Son el entrante perfecto para acompañarlos con una hamburguesa, patatas fritas, pescado o un bistec a la plancha. Otra forma de comértelos es con tu salsa favorita, ya sea de yogur, salsa de tomate, mayonesa e incluso con mostaza dulce.
Los que te sobren y estén sin freír, los puedes congelar. De esta forma podrás freírlos de forma muy sencilla la próxima vez. En caso que tenga es una freidora sin aceite. En la web Mundocongelados.com.es puedes ver cómo freír los aros de cebolla congelados en la freidora de aire. Es una forma muy fácil de tenerlos fritos en unos pocos minutos.
Ingredientes:
- 1 cebolla grande
- 250 mililitros de leche
- 145 gramos de harina
- 1 cuchara pequeña de pimienta negra
- 1 cuchara pequeña de levadura
- 1 huevo grande
- 1/2 cuchara pequeña de pimentón dulce
- Sal al gusto
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer aros de cebolla
Preparación de los aros de cebolla rebozados
- Comenzamos pelando la cebolla. La cortamos en rodajas de un centímetro de ancho aproximadamente de grosor.
- Con los dedos iremos separando las capas de la cebolla, como muestra el video. Los aros más pequeños y la parte de los extremos no los utilizaremos. Reservamos los aros.
- En un bol pondremos la levadura, la sal y el pimentón.
- Removemos hasta que todos los ingredientes queden correctamente integrados.
- Rebozamos los aros de cebolla en la harina. Deberán de quedar lo más cubiertos posibles.
- El siguiente paso será sacudirlos para quitar el exceso de harina para ir reservándolo en un plato.
- Añadimos en un bol el huevo, la leche y la pimienta. Batimos durante unos segundos hasta que queden los 3 ingredientes bien integrados.
- Ahora vertemos la harina con la que hemos rebozado los aros de cebolla en el recipiente con el huevo batido.
- Removeremos hasta que quede una masa sin grumos (reservamos).
- A continuación, en un sartén vertemos abundante aceite.
- Mientras se caliente el aceite, hundimos los aros de cebolla en la mas que hemos batido hace unos segundos.
- Ahora rebozamos con la harina. Puedes utilizar un tenedor para mayor comodidad.
- Los vertemos en la sartén con el aceite caliente.
- Cuando obtenga el dorado a nuestro gusto le daremos la vuelta hasta que se terminen de freír.
- Sacamos del sartén. Los pondremos encima de una servilleta para quitarle el exceso de aceite.
- Añadimos sal al gusto y servimos.
